Enseñar el quieto a tu perro es algo que te puede ser de muuuuuucha utilidad en ciertas situaciones como:
  • Saludos en la calle a amigos y familiares: ¿Tu perro salta sin control sobre la gente mientras saludas? Uno de los aspectos que trabajo en el curso del “Quieto” es precisamente ese, que el perro se quede tranquilo y quieto mientras saludas a algún amigo.
  • Visitas en casa: Al igual que en la calle, para las visitas puede ser algo incómodo que tu perro les reciba saltando y arañando sus piernas. Un “quieto” calmado en su camita les dará una bienvenida ordenada y llena de paz.
  • Terrazas y restaurantes: ¡¡Me encanta ir de restaurantes con mis perros!! Un quieto va a dar el ejemplo que se merecen los perros en nuestra sociedad, para que poco a poco haya que ir convirtiendo lugares en DogFriendly y un buen “Quieto” ayuda.

Criterios del quieto

Lo primero que debes conocer antes de empezar a enseñar a tu perro a que permanezca quieto, son los tres criterios de dificultad que van a influir en el comportamiento del “Quieto”:

1.- Distracciones

Piensa que un “Quieto” puede hacerlo en el salón de casa o en el centro de la ciudad en Navidades.

O en el parque mientras otros perros, juegan con pelotas o discos voladores.

Esas distracciones hay que ordenarlas en el entrenamiento en función de cada perro, de sus motivaciones, de sus preferencias, etc. ¡Tenlo en cuenta!

2.- Tiempo

Puedes pedirle un “Quieto” de dos segundos o de dos minutos. Evidentemente el tiempo es otro criterio de dificultad a tener en cuenta.

3.- Distancia

La distancia a la que te alejas del perro es otro criterio. Para cenar en un restaurante podemos dejarlo en nuestros pies. Sin embargo, si quieres esconderte en el parque mientras tu perro permanece quieto, tendrás que tener muy en cuenta su nivel de aprendizaje.
Enseñar el Quieto venga el viento por donde venga

Quieto venga el viento por donde venga

¿Cómo plantear el entrenamiento del “Quieto” y por qué?

Los tres criterios vistos anteriormente se tienen que trabajar justo en el orden listado:
  1. Distracciones
  2. Tiempo
  3. Distancia

¿Por qué ese orden?

Hay muchos motivos por los que trabajar en ese orden una permanencia en quieto. Pero te voy a dar dos:
  1. Posiblemente el error más común en el “Quieto” es comenzar a alejarse del perro en las primeras fases del adiestramiento. Esa distancia contigo puede generar problemas de inseguridad que el perro manifieste con llantos, ladridos y una inestabilidad general en la posición.
  2. Si trabajas primero sin distancia y con distracciones te aseguras que ha entendido el quieto porque ya no se mueve, aunque intentes provocarlo para que lo haga. Así te aseguras que lo sabe.

Cómo enseñar el quieto a tu perro

En este post planteo dos tipos de ejercicios de la primera fase del entrenamiento para enseñar el quieto a tu perro:

1.- Distracciones con tus movimientos

En el salón de casa y con la máxima tranquilidad posible (sin más distracciones que tus movimientos) realizarás estos tres movimientos para que tu perro empiece a entender que debe quedarse quieto aunque tú te muevas:
  1. Semicírculos alrededor de tu perro.
  2. Saltos frente a tu perro.
  3. Saltos en semicírculos alrededor de tu perro.
Para un mejor entendimiento de estos ejercicios, te aconsejo ver el vídeo de este post.

2.- Contraguiados

Muy cerca de tu perro y con una correa como ayuda, vas a generar una leve tensión hacia ti tras pedirle a tu perro el “Quieto”.

Este ejercicio le va a enseñar a quedarse quieto aunque una fuerza leve le esté provocando a levantarse.

En el vídeo Jazz y Paula muestran cómo ejecutar este ejercicio de forma excelente.
Enseñar el Quieto se está de muerte


Quieto se está de muerte

Entrena pero ¡no te pases!

El “Quieto” es un ejercicio que puede aburrir a tu perro. Haz sesiones cortas y no te pases nunca de entrenar. Si te ha gustado este post, compártelo en tus redes sociales para ayudar a más familias con los saludos de sus perros.

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Un fuerte abrazo, Javi Martínez.