Buenas a todos,

Conseguir un paseo tranquilo con tu perro es el objetivo del 99% de los perros de este mundo. Siempre digo una frase que resume mi forma de ver la vida con perros:

El primer «trabajo» que debe hacer cualquier perro es ser un compañero de vida y mi primera responsabilidad es cuidar de mi compañero al menos lo mismo que él haría en mi lugar.

En este post voy a tratar de contar de forma detallada (quizás en exceso) cómo organizo los paseos y la vida de mis perros. Exceptuando Cora, son perros jóvenes de razas enérgicas. Aunque hable de Border Collies, podría aplicarse algo muy parecido a un Braco Alemán, Husky, Podencos o cualquier mestizo con razas de este estilo detrás.

En este caso, mi inspiración son dos Border Collies jóvenes de clientes: Lluna y Sugar.

A Lluna la puedo dar por «rehabilitada», ya pasó por el proceso de controlar la actividad frenética que llevaba en el pasado y es una perra normal.

Sugar está empezando ese camino; en pocos meses, si trabaja de forma ordenada, alcanzará la «calma», el Nirvana 😆

Conseguir Un Paseo Tranquilo Con Tu Perro: El Origen del Problema… ¡Es la TV!

La primera idea a explicar, que quizás más cuesta encajar en la cabeza de muchas familias, es el siguiente:

Cuanta más actividad en forma de paseos, juegos de lanzar y coger cosas, juegos con sus amigos del parque, etc., mejor estará mi perro y mejor me siento como cuidador responsable.

¡Ojalá fuese tan sencillo! Ojalá el paseo fuese una cuestión de cantidad de tiempo en la calle, ¡sería todo tan simple! El problema se resolvería con una regla básica: “saca más a tu perro”.

Es cierto que en los últimos años (ya llevamos unos cuantos) parece que se ha instalado, gracias a un famoso entrenador de perros americano, la máxima: “proporciona ejercicio a tu perro y estará equilibrado”.

Efectivamente un perro necesita ejercicio, y en muchas sociedades como la norteamericana existe un problema de sedentarismo en el perro de familia que provoca serios problemas de conducta.

Pero no es la realidad de muchos perros de ciudad. La mayoría de estos perros urbanos salen a la calle con regularidad para al menos hacer sus necesidades.

Las casas con grandes jardines que aparecen en el programa de televisión poco tienen que ver con los pisos de 50 metros cuadrados del centro de una gran ciudad.

Por tanto, las diferencias del entorno ya deberían hacerte pensar que tu perro no está en la misma situación que “el de la tele”.

De este primer punto te debe quedar clara una idea, que se puede resumir en:

Dar mucha actividad física a tu perro no va a dar como resultado un perro relajado, va a dar simplemente un perro CAN-SA-DO.

La Actividad Debe Estar “Ordenada»

Voy a hacer un símil de los que me apasiona; voy a comparar de nuevo con lo que haríamos con un niño pequeño.

Nuestros niños tienen reglas en sus actividades

Alguien que haya visto o practicado artes marciales puede imaginarse el resultado que podría provocar que en una clase INFANTIL de karate no exista un proceso de calentamiento, coreografías (vamos a llamarlas así para que todos nos entendamos, pero sé que su nombre correcto son Katas), ejercicios de fuerza, velocidad y, por último, algún combate siguiendo unas reglas muy claras.

Imaginemos por un momento que existe una clase de karate donde no se ordena la forma de iniciar y acabar la actividad. Además no hay reglas entre los participantes, el combate no sigue las reglas del karate, se golpean sin zonas prohibidas. Sin ninguna maldad ni “pensamiento conspiranoico” entre los jóvenes participantes, siendo individuos “normales” ¿alguien cree que eso puede acabar bien? 😀

Efectivamente, casi seguro que esa actividad va a acabar mal. La evolución en el tiempo de esa actividad física NO ESTRUCTURADA puede llevar un cauce parecido a este:

  1. El primer día acabará casi bien.
  2. El segundo habrá algún conflicto más, y así sucesivamente hasta que…
  3. Los niños entran a la clase de Karate en modo alerta, hipervigilantes, desconfiando de si les van a hacer daño, de intentar hacer daño a ese que la otra vez les golpeo en el ojo, etc.

Creo que tras esta comparación, te puedes imaginar lo que puede pasar con un perro que sale a la calle con una subida de hormonas parecida a la del niño que va a la clase de Karate.

El proceso que sufre un perro que sale a la calle y cada día le suceden cosas “no muy buenas” es el mismo que el del niño que entra en clase confiado el primer día y se pone como una moto tras un año de actividad extra escolar SIN ESTRUCTURA.

¿Qué Reglas Debe Cumplir La Actividad Del Paseo Con Tu Perro?

1.- Tiempo de paseo

El tiempo de paseo tranquilo con tu perro es muy variable, pero voy a dar unas horquillas que sin ser un mandamiento me parecen mejor guía que dejarlo a la libre interpretación.

Habitualmente mis perros pasean y han paseado siempre tres veces al día:

  1. Paseo largo por la mañana (De 20 a 40’ de duración, y 20’ me parecen pocos, pero voy a dejarlo así para perros con bajos niveles de actividad). En este paseo puede incluirse el tiempo de entrenamiento.
  2. Paseo de pis y caca. Al mediodía una salidita corta de 10’ para ir al baño perruno. Poca cosa vamos.
  3. Paseo largo por la tarde. De 40’-60’. En este paseo de nuevo puede que entrene un poco, no más de 10′. Para el caso de perros con bajos niveles de actividad, como mi pequeña Corita, el tiempo puede ser de 20’, pero son casos especiales.

2.- Usa la correa. Pon reglas: “No tirar de la correa”.

Hay muchos motivos por los que la correa es un elemento fundamental en los paseos tranquilos. Te voy a dar varios:

  1. Es una forma de calentar y enfriar a tu perro. Es decir, si nada más salir quitas la correa estás exponiendo a tu perro a una carrera en frío. Para casos de perros de mucha intensidad en lo que hacen, como un Border Collie, es totalmente desaconsejable. Además recuerda que en la clase de Karate se calienta y se predispone a la mente “paso a paso”.Lo mismo sería aplicable para enfriar a tu perro. Si a la vuelta del paseo no caminas con la correa unos diez minutos, vas a provocar que llegue a casa como una moto y se enfriará al tumbarse en su cama o en el suelo, en lugar de enfriar su musculatura caminando. Además del riesgo de lesión futura, enfriar ayuda a que la recuperación muscular sea mucho mejor.
  2. La correa sirve para añadir reglas al paseo, simples pero hay que cumplirlas, como en la clase de Karate. La regla es simple, camina sin tirar de la correa, por el lado que tú quieras, pero no tires. También puedes ir añadiendo alguna regla más cuando la primera está ya superada. Por ejemplo, le puedes enseñar a desliarse la correa de sus patas; yo le estoy enseñando a Summer el comando “patas”.
  3. La correa provoca un paseo más de compañeros, con más interacciones entre tu perro y tú.
  4. Siento decirte que en muchos sitios la correa es obligatoria, más te vale que te acostumbres a ella 😀

El post me está quedando muy largo. ¡Vamos a por las conclusiones!

Conclusión

Los paseos con mis perros son variables y no todos los días son el mismo tiempo ni con el mismo objetivo, pero entiendo que mi vida es algo más flexible y dogfriendly que la del resto de familias. Soy un privilegiado por la cantidad de tiempo que comparto con ellos. De hecho, Summer está dormida a mis pies mientras escribo este post.

Pero con estas líneas espero poder ayudar a familias que tienen un trabajo fuera de casa y que están teniendo problemas de sobreexcitación en los paseos con sus perros. Créeme, baja el nivel de actividad poco a poco si eres de esos que pasan 3 horas en el parque de perros y crees que esa es la forma de resolver los problemas de tu perro. Repito:

No es cuestión de cantidad sino de calidad de los paseos.

Pronto arrancamos el «Camina a mi lado», y este tema será analizado a fondo en los vídeos de nuestra Academia Online y tratado en los webinars con los alumnos.

Si quieres aprender cómo conseguir un paseo tranquilo y de calidad, únete a nuestro curso «Camina a mi lado» (también tenemos un grupo On Line para los de fuera de Madrid).

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Un fuerte abrazo, Javi Martínez.