Buenas a todos!
Como en otras ocasiones, el motivo de este post viene por una charla con la “banda de los jueves”. El Grupo de Obediencia FCI sigue avanzando y hace poco uno de los entrenadores comentó que le habían explicado cómo el clicker le podría servir para “ocultar un mal día” del guía.
Fue algo que me llamó la atención tremendamente, un perro es capaz de leer cientos de cambios en “uno de nuestros días malos”. Que uses el clicker en lugar de tu felicitación no va a impedir la catástrofe. Cuando empecé a tratar de explicarme sobre el clicker y su uso traté de mostrarme imparcial con una frase inicial que empezaba con un “puedes ser el mejor entrenador del mundo con o sin el clicker” (¡aunque no pienso eso!). Y como siempre mi amigo “el sincericida”, el hombre sin filtros, soltó un “¡No, no! El mejor entrenador del mundo seguro que no usa un clicker”. Y le tuve que dar la razón, ¡como casi siempre!
Voy a tratar de explicar con calma algunos puntos importantes sobre el entrenamiento con clicker, pero lo que sí puedo afirmar con seguridad es que si tienes un mal día lo mejor es que no entrenes. Estoy seguro que el clicker no va a evitar ni de cerca que tu perro no conozca incluso mejor que tu, tu estado de ánimo.
Historia del Clicker y Orígenes en el entrenamiento de animales
Para poder entender cómo es este tipo de entrenamiento y el funcionamiento de esta herramienta es necesario conocer previamente sus fundamentos e historia. Para ello, nos situamos en el año 1903, un fisiólogo ruso llamado Ivan Pavlov estudió cómo aprendían los perros a anticipar la administración de comida. En uno de sus experimentos, Pavlov hacía sonar un tono previo a la presentación de la comida, este tono no provocaba más que una respuesta de sorpresa o curiosidad en los perros, no obstante, tras numerosas repeticiones observó cómo sus perros salivaban ante la presencia de dicho tono. A este proceso de aprendizaje lo denominó Condicionamiento.
En 1938 un psicólogo estadounidense llamado Skinner dedicó gran parte de su trabajo al estudio de los mecanismos responsables que controlan el comportamiento debido a sus consecuencias, por ejemplo, cuando un perro realiza un comportamiento dirigido a la consecución de una meta y obtiene un resultado satisfactorio o deseable tenderá a repetir dicho comportamiento, por el contrario, sí el resultado es molesto o indeseable el comportamiento realizado tenderá a reducirse. A este procedimiento de aprendizaje se le denomina condicionamiento operante o instrumental.
En 1943 Marion Breland y Keller Breland, alumnos de Skinner, fueron los pioneros en utilizar un tono (Clicker) en el proceso de enseñanza de comportamientos específicos en los perros y otros animales cómo delfines o aves. Utilizaban este sonido con dos motivos principales: indicar a los perros cual es el comportamiento que les daba acceso a la comida y al mismo tiempo, poder retrasar la entrega de dicha comida. Posteriormente, no sería hasta 1985 cuando Karen Pryor, especialista en psicología conductual influida por el trabajo de Marian Bailey y Robert Bailey, a través de su libro “Entrenamiento con Clicker” popularizó el uso de esta herramienta.
Fundamentos en el Entrenamiento con Clicker
Existen diversas variables en el entrenamiento que afectan a que un perro aprenda o no un comportamiento determinado, no vamos a entrar en todas estas variables, pero si citaré las más relevantes para el entrenamiento con clicker.
Se descubrió que si un perro tras realizar un comportamiento la consecuencia deseable (trozo de comida) o indeseable (castigo) se retrasaba, la velocidad y la fuerza de la asociación del comportamiento con sus consecuencias se debilitaba.
Por ejemplo, si a tu perro le das un trozo de comida al llegar a casa porque ha caminado sin tirar de la correa adecuadamente, tu perro no va a asociar que el trozo de comida se debe a su “correcto caminar”.
Sin embargo, en los estudios realizados en laboratorio se encontró que si se presentaba una señal (Clicker) que anticipe las consecuencias durante el tiempo de demora reducía el deterioro en el aprendizaje. Por eso se puede usar el clicker como “estímulo puente”.
Como hemos visto, la conducta operante está controlada por sus consecuencias debido a la relación entre lo que un perro hace y la consecuencia que le sigue. Para que este procedimiento conlleve a aprendizaje es importante prestar atención a dos tipos de relaciones que se dan entre una respuesta y la consecuencia.
Anteriormente hemos apreciado que sí el tiempo que sucede entre el comportamiento y la consecuencia es amplia no obtendríamos un aprendizaje significativo. A esta relación se le denomina contigüidad temporal, la cual se refiere a la entrega del premio inmediatamente después del comportamiento.
Del mismo modo, encontramos otro tipo de relación entre la realización del comportamiento y la consecuencia, es la relación causal o contingencia. Esta relación hace referencia a que un hecho suceda tras otro suceso. Por ejemplo, si las algas que llegan a la playa con de un determinado color, es altamente probable que la marea sea de cierto tipo. Diríamos que existe contingencia entre esos dos hechos.
En el proceso de carga del clicker nos aseguramos que la contingencia entre el “sonido del clicker” y la administración de comida muestre una contingencia de probabilidad igual a 1 (P=1), el 100% de las veces que hacemos sonar el clicker, daremos comida a nuestro perro.
¿Qué es el Clicker?: Conceptos básicos
El Clicker es una herramienta que emite un sonido cuando se pulsa. El sonido que emite funciona como un marcador que indica al perro en el momento exacto cuál es la conducta que le permite obtener el trozo de comida.
El Clicker es un reforzador secundario, esto quiere decir que previamente ha sido asociado con un reforzador primario (comida, agua, juego, etc.). Es decir, el Clicker en un primer momento era un estímulo neutro, que no provocaba una respuesta.
Otro ejemplo de reforzador secundario sería el bol donde come el perro, prueba a agarrar el bol aunque no haya comida dentro, y podrás ver como tu perro inmediatamente se aproximará debido a la asociación creada bol-comida.
Los reforzadores secundarios pueden servir como de puente entre el comportamiento y la demora de la entrega del reforzador primario.
Clicker, timing y cómo practicarlo
Antes de empezar a entrenar con esta herramienta es conveniente ganar destrezas a la hora de utilizarlo. Para que el perro conozca que el comportamiento que ha realizado es el que le conlleva al premio deseado, es importante que el momento en el que pulsemos el Clicker sea en el momento exacto en el que realice la conducta.
Por ejemplo, si le pido un sentado al perro, en el mismo instante que apoya el trasero en el suelo es justo el momento de pulsar el botón. Esta capacidad para clickar en el momento más adecuado, se conoce como timing en la jerga del adiestramiento.
Un ejercicio que propone Petsafe para ganar habilidad en el entrenamiento con Clicker consiste en sostener en una mano una pelota de tenis y en la otra el Clicker. Se tiene que hacer botar la pelota contra el suelo, y pulsar el botón en el mismo momento que la pelota entra en contacto con la superficie. De esta manera, practicar sin tener al perro delante puede ser una gran ayuda para mejorar el timing con el clicker cuando se trabaja con el perro en los entrenamientos.
¿Por qué utilizar el Clicker Entrenando?
Como se ha mencionado anteriormente, el Clicker funciona como un puente que rellena la brecha temporal entre el comportamiento deseado y su respectiva consecuencia. El sonido se convierte en una señal que predice la aparición de un estímulo deseado, por consiguiente, provoca que no se deteriore el aprendizaje de dicha relación. Del mismo modo, decirle “muy bien” al perro cumple la misma función que el sonido emitido por el Clicker, entonces, ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de usar el clicker en nuestro entrenamiento?
Ventajas del Entrenamiento con Clicker
- El sonido es siempre el mismo, emite un sonido que es igual en volumen y en tono cada vez que se pulsa.
- Se utiliza únicamente en momentos específicos, a diferencia del “muy bien” el cual se utiliza en gran número de ocasiones y sin fines de entrenamiento.
- La contingencia (probabilidad de que tras el sonido aparezca un trozo de comida) es del 100%.
- Es mucho más preciso a la hora de informar del momento concreto.
Desventajas del Entrenamiento con Clicker
Si bien es cierto que el Clicker presenta ciertas ventajas, en nuestra opinión en la mayoría de los casos desaparece una parte fundamental del entrenamiento. Cuando se entrena con un perro es esencial utilizar el tono emocional como manera de dar información del comportamiento adecuado.
Utilizar la voz con distintos tonos emocionales ayuda a crear matices y diferentes intensidades emocionales en el entrenamiento.
En el mismo orden de ideas, otra de las desventajas de entrenar con el Clicker y no usar un marcador verbal, es que al discretizar la comunicación del “marcador de acierto” con el perro, perdemos todo lo relacionado con diferentes valores del refuerzo social verbalizado.
¿Qué quiere decir esto?, que si le pido un comportamiento sencillo como puede ser un sentado, el Clicker sería útil y apropiado, sin embargo, sí estoy pidiendo cierta excelencia al perro en un ejercicio con mucha mayor dificultad como por ejemplo que se siente mientras corre a su velocidad máxima, la intensidad de mi felicitación no puede ser la misma. Si el perro se esfuerza poniendo toda su energía en el comportamiento, es justo que nuestra felicitación no se quede en pulsar un botón que provoque el “click”.
Antes de comenzar a Entrenar con el Clicker
Para empezar, debemos tener en cuenta los términos contingencia y contigüidad mencionados anteriormente. Para generar una asociación entre el sonido y la recompensa se debe pulsar el Clicker e inmediatamente darle un trozo de comida. Tras numerosas repeticiones llegaremos a condicionar o “cargar” el Clicker. El perro tiene que asociar el sonido con el refuerzo y esto se consigue debido a que el sonido va seguido siempre de un refuerzo (Contingencia) y debido al tiempo que transcurre entre la conducta y la entrega o el marcador del refuerzo (Contigüidad).
De la misma manera, si el perro sabe realizar algún comportamiento podemos ir asociando el sonido del Clicker pulsando en el momento en el que realiza el comportamiento y reforzando con el respectivo premio (juguete, comida, etc.)
¿Cómo saber si está cargado el Clicker? Al realizar numerosos emparejamientos del sonido del Clicker con la comida podemos observar dos tipos de respuesta en el perro. Al hacer sonar el click el perro mostrará una respuesta emocional a través de ciertos comportamientos como el relamido de los belfos, movimientos de la cola o incluso, algún perro puede mostrar vocalizaciones en forma de gemidos.
Entrena un comportamiento con Clicker
¡Es momento de ponerse manos a la obra!, ya hemos cargado el clicker. El primer paso que debes hacer es practicar como hemos mencionado anteriormente tus destrezas con el timing, busca una pelota de tenis y entrena con el clicker en un primer lugar, cuando estés preparado empieza a cargar el Clicker o bien, sin pedirle que realice ninguna conducta específica (pulsamos Clicker y entregamos comida) o pidiéndole un comportamiento que ya tenga aprendido y reforzando en el instante que realice la conducta. Ten en cuenta tres puntos antes de entrenar:
- Cómo conseguir que el perro realice la conducta. Puedes ayudarte a través de ciertas técnicas como el luring. Comienza a usar el clicker con algún comportamiento que ya tengas iniciado para no tener que estar pensando mucho en el uso de la herramienta.
- Marcar la conducta, pulsar el Clicker en el momento exacto que realiza la conducta
- Reforzar la conducta, a través de comida, pelota, mordedor, etc.
Os proponemos dos ejercicios para trabajar con el Clicker: uno de ellos es un target de mano, es decir, que el perro toque con su trufa la palma de tu mano y el otro girar sobre sí mismo.
Conclusiones
No le des una importancia extrema a usar o no el clicker, yo pasé por años donde lo usaba mucho, ahora ya no lo uso casi nada y no lo veo relevante.
Sobre todo trata de comunicarte con tu perro de forma natural, sencilla, no contamines tu entrenamiento con mil conceptos teóricos si no lo ves necesario y por encima de todo diviértete mientras entrenas, ¡Con o sin clicker!
Espero que os haya gustado este post, en nuestro Curso de Adiestrador Canino en Madrid, no tratamos el clicker como una herramienta para dar a las familias porque consideramos que sería más un impedimento que una forma efectiva de enseñarles a comunicarse con su perro. Nuestros cursos son muy dirigidos a la preparación del profesional para el día a día del Educador Canino, ¡espero verte en el aula!
Nuestros alumnos nos avalan.
¡Pídenos información! Un fuerte abrazo, Javi Martínez.
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