¡Hola a todos!

No me gusta hacer un vídeo post sobre errores habituales entrenando a tu perro porque parece que resaltan lo negativo, pero creo que tras varias promociones del «Camina a mi lado», el «Quieto Pase lo que Pase» y el curso «Una Llamada Fiable» es un post útil y que ayudará a muchos, y también servirá como recordatorio para los que alguna vez han estado en los cursos de la casa 😉

Introducción: Identifica los fallos más comunes entrenando a tu perro

El objetivo de este post es resumir en tres los errores que me encuentro de forma más extendida en los alumnos de nuestros cursos de adiestramiento y educación canina al comenzar entrenando a su perro.

Obviamente estos errores son de un colectivo muy definido y no son generalizables a otros grupos.

A continuación, paso a explicar cada uno de estos errores:

1.- Exceso de ruido

Es un error que afecta a la manera de comunicarse, va más allá del entrenamiento o el adiestramiento. Eliminarlo es una parte fundamental para conseguir una comunicación clara y sobre todo efectiva:

Si quieres conseguir que te escuche, no puedes pedírselo constantemente. Ponte en su lugar y te darás cuenta rápido de la situación.

1.1- Repetición constante del nombre

Uno de los tipos de ruido que más afecta a la comunicación y más lastra la llamada fiable (por decir un ejercicio imprescindible) es repetir el nombre de manera constante.

Si te grabas entrenando a tu perro, puedes contar el número de veces que dices su nombre. Ten en cuenta que el nombre podría ser de utilidad en casos donde quieras decir algo a un perro habiendo varios presentes en el entrenamiento, pero normalmente se escucha el nombre un montón de veces durante una sesión CON UN ÚNICO PERRO.

Esa repetición lo único que añade es RUIDO. Provocará que su nombre cada vez tenga menos importancia, llegando a «formar parte del decorado».

1.2- «Pseudo-comandos»

Otro ruido muy habitual es la cantidad de palabras que no tienen un significado claro y que se usan durante el entrenamiento. Los he llamado «pseudo-comandos».

Ejemplos de este tipo de ruido serían frases como: «Rolo, venga tumba, chico».

Si analizas todo lo que ha sonado, la única pieza de información que de verdad tiene importancia es el comando de «tumba» (en el caso de que se haya entrenado el «tumba» previamente).

2.- Las prisas son malas consejeras

Intentar correr y avanzar entrenando a tu perro de forma muy rápida es el segundo error que cito como más frecuente.

Como ejemplo de «prisas» voy a poner el de entrenar en lugares con distracciones fuertes para tu perro. Si crees que puede empezar a entrenar en la calle con el mismo rendimiento que en casa en cuatro semanas, posiblemente necesitas un ajuste en las expectativas.

3.- Comparar a tu PERRO y a TI

Posiblemente estamos ante algo que nos afecta no solo entrenando perros sino en muchos otros ámbitos.

A veces en las promociones de alumnos coinciden equipos de perro-guía con meses de entrenamiento a las espaldas con otros equipos que llevan pocas semanas.

Como resultado se ven diferentes formas de adquirir e interiorizar comportamientos, tanto por parte del guía como del perro. El adiestramiento (de los dos) avanza a otro ritmo si llevan meses entrenando juntos.

El equipo que formas con tu PERRO es único. Es como un engranaje a medida que se ajusta en función del día, de la temperatura, de tu motivación, etc.

No te compares con el otro guía y no compares a tu PERRO. Céntrate en disfrutar de cada entrenamiento, de cada paso que dais juntos. Eso es lo que te va a quedar cuando sean las diez de la noche y compartas un rato en el sillón con tu compi.

Conclusión

Sé que estos errores entrenando a tu perro forman parte de nuestros hábitos y es complicado luchar contra ellos. Al menos siendo consciente ya estarás más preparado para tratar de evitarlos.

Si quieres hablar sobre estos temas con gente con tus mismas aficiones, no dudes en unirte a nuestros cursos. Prepárate porque los cambios en nuestros alumnos son espectaculares.

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Un fuerte abrazo, Javi Martínez.