¡Buenas! 😃

En esta charla canina quiero hablar de un fenómeno para fomentar vuestra curiosidad🤓. Son dos conceptos que relaciono, se trata de: La Pereza aprendida y el establecimiento de criterios.

Te empezaré hablando de la pereza aprendida, la primera curiosidad que os quiero mostrar para animaros a buscar información💻 sobre este tema, es el fenómeno antagónico a la indefensión aprendida. Este término quizás te suene más.





Pereza aprendida: Administrar estímulos de carácter apetitivo de forma independiente a la conducta que realiza el sujeto.

Es decir, sin establecer ninguna relación de contingencia. Aparecen los estímulos a lo loco🤪 (Juguetes, comida, refuerzo social…)

Este fenómeno se describe por primera vez en un entorno de laboratorio👩🏼‍🔬. Se realizan pruebas con animales en condiciones de laboratorio administrando estímulos apetitivos de forma independiente a su conducta. Se observa que la tasa de respuesta disminuye.

Esto es solo el inicio para que busquéis más información. Se encuentra mucha más información📑 de la indefensión aprendida, pero el fenómeno de la indefensión es muy desagradable.

Esta pereza aprendida me hizo pensar en una situación común durante a mayoría de sesiones con las familias. Uno de los ejercicios que más usamos es el a tu sitio (enviar a la cama y permanencia) 🛌🏻, un ejercicio básico que utilizamos en Solo es un perro para utilizar las permanencias en la cama para aplicar un programa de autocontrol y control de estímulos.

El control de estímulos y autocontrol es una de las bases que utilizamos en cada caso que tratamos.



No he visto 🧐 nunca un caso de pereza aprendida en mis sesiones, porque no estamos en un entorno de laboratorio, pero si tiene que ver con el establecimiento de criterios. Vosotros como entrenadores tenéis que tener claro qué criterio estáis trabajando.

El ejemplo es muy parecido en muchos perros 🐩 en el momento en el que empiezan a aparecer distracciones fuertes, en muchos casos cuando se abre la puerta de casa. Se ponía nervioso y salía de la cama. El criterio era permanecer en la cama al abrir la puerta. Ocurría que, cuando abríamos una puerta, salía de la cama y al volver a la cama, su familia premiaba el primer criterio que habíamos trabajado la primera semana, que era entrar en la cama.
En este caso estaban trabajando un criterio alto y al aparecer un fallo bajaban el criterio bruscamente hasta llegar al punto de la primera sesión del ejercicio, el inicio del ejercicio. Con esto el perro está «cerca de aprender a ser lo más perezoso🦥 posible». Consigue el refuerzo con un criterio de dificultad muy bajo. Cambiamos la intensidad del ejercicio, dividimos la apertura de puerta en fases. etc.

Si analizamos como entrenamos, muchos tenemos esa tendencia a bajar unos cuantos peldaños👎 de dificultad. A mí también me ocurre, aunque con unos ejercicios más avanzados. Sobre todo porque todos somos un poco padrazos💓. Todos cuando entrenamos tenemos la necesidad de decir que nuestro perro lo hace bien, aunque el criterio sea más bajo.

Espero que os haya gustado esta charla y os animo a buscar más información sobre la pereza aprendida.

 

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¡Pídenos información! Un fuerte abrazo, Javi Martínez.