Muy buenas,

Una de las preguntas que más escuchamos en nuestra residencia canina es:

“¿Qué tengo que llevar cuando dejo a mi perro unos días con vosotros?”

Y aunque pueda parecer algo simple, no lo es para muchas familias que nos traen a sus perros mientras ellos están de viaje.

Cada verano recibimos decenas de familias con las mismas dudas:

  • ¿Tenemos que traer su cama?
  • ¿Le preparo la comida?
  • ¿Qué pasa si toma medicación?
  • ¿Y si no come los primeros días?

Por eso hemos preparado esta guía.

Porque dejar a tu perro en un Campamento (o al cuidado de un familiar o amigo) no debería generar inseguridad.

Con un poco de organización, puedes asegurarte de que esos días sean divertidos para el y tenga todo lo que necesita en su maleta.

Vamos a repasar qué necesitas preparar, qué es realmente importante y qué cosas son opcionales pero muy recomendables según nuestra experiencia cuidando perros a diario en nuestro hotel canino.

La importancia de preparar bien su “maleta”

Dejar a tu perro unos días fuera de casa no es solo una cuestión logística: es un pequeño cambio de mundo para él.

Las rutinas, los olores, los sonidos y las personas cambian. Y eso, por leve que parezca, genera cierto nivel de estrés.

Por eso, su “maleta” no es una simple bolsa con cosas. Es un conjunto de pistas que le dicen:

“tranquilo, todo sigue bien. Vas a estar como en casa”.

La comida que reconoce, su manta, su juguete favorito o incluso la forma en que le das la medicación son detalles que ayudan a mantener su equilibrio.

Documentación y vacunas: lo primero en la lista

Esto es lo más importante que no debes olvidar: su documentación veterinaria actualizada.

Antes de dejarlo en cualquier residencia canina o alojamiento para perros, asegúrate de que su cartilla está al día con las siguientes vacunas:

  • Rabia
  • Polivalente
  • Bordetella bronchiseptica (la famosa vacuna de la “tos”)

No es solo un requisito sanitario. Es la forma de protegerle y de garantizar que comparte espacio con otros perros sin riesgos.

En nuestro Campamento de Mascotas, por ejemplo, no admitimos a ningún perro sin este protocolo actualizado, y eso es lo que permite que todo el grupo esté siempre seguro y saludable.

Además, debes recordar que la documentación es obligatoria para viajar según la Dirección General de Tráfico. A menos que vengas caminando desde casa a nuestro Campamento, debes llevarla siempre junto con tu perro.

La comida: rutina y apetito

Otro básico, aunque no siempre se cumpla, es mantener su alimentación habitual.

Los perros son animales de rutina, y cambiarles la comida justo cuando también cambias su entorno es un cambio que no recomendamos hacer y que puede traer problemas digestivos o pérdida de apetito.

Lo ideal es preparar cada ración separada y etiquetada con su nombre y el momento del día (mañana/tarde).

Si tiende a saltarse tomas de forma habitual porque come como un gato , escríbelo en sus notas y cuéntanoslo en el check in.

Un consejo que damos siempre a nuestras familias: si suele comer mal por falta de apetito o por estar fuera de casa, incluye algo para mezclar.

Alguna ideas que suelen funcionar muy bien en base a nuestra experiencia son:

  • Traer sus latas favoritas para mezclar
  • El aceite de salmón suele ser un buen truco para que coman
  • Algún caldo que le encante y empape su comida húmeda

¡LO MÁS IMPORTANTE! No hagas pruebas de algo nuevo para añadir a la dieta sin saber que es algo que no le sienta mal cuando está en casa.

Ese pequeño detalle puede marcar la diferencia entre un perro que “pica algo” y otro que disfruta de su comida con normalidad.

Medicación y suplementos: precisión absoluta

Si tu perro toma medicación o suplementación, prepara todas las dosis que vaya a necesitar y acompáñalas de una hoja con las instrucciones claras:

  • Nombre del medicamento o suplemento
  • Dosis exacta
  • Horarios de administración
  • Y el gran olvidado: cómo se lo das tú en casa.

Porque no es lo mismo decir “una pastilla cada mañana” que explicar “se la doy con un trozo de salchicha porque si no, la escupe”.

En la residencia tratamos de seguir las mismas rutinas que en casa, y ese tipo de información es muy valiosa. Evita sustos y garantiza que el tratamiento se cumpla sin problemas.

Su espacio: cama, manta y objetos personales

Traer su cama o una manta conocida puede parecer algo menor, pero para muchos perros es su ancla emocional.

El olor familiar actúa como calmante, sobre todo las primeras noches.

Eso sí, si sabes que tiende a romper su cama o a jugar demasiado con ella, mejor trae algo sencillo, fácil de lavar y sin demasiado valor.

La única excepción a traer su cama es en temporadas de mucho calor. No suelen usarla para nada y están tumbados siempre en las zonas interiores de las habitaciones donde no entra nada de sol.

Juguetes y masticables: sí, pero con cabeza

Un juguete o un masticable conocido puede ayudarle a descargar energía y mantenerse entretenido.

Pero elige siempre objetos seguros, que no se rompan fácilmente ni puedan provocar atragantamientos.

Evita aristas, filos, juguetes muy duros o pelotas pequeñas. Lo ideal son mordedores de goma resistente o cuerdas gruesas.

El objetivo es mantenerle ocupado, no poner en riesgo su estancia en el Campamento.

Los masticables naturales de tamaño grande como el cuerno de búfalo funcionan muy bien.

En resumen

Preparar la maleta de tu perro no se trata de llenar una bolsa con lo primero que pilles por casa. Se trata de mantener su bienestar cuando está fuera de su entorno y tú no estás con él.

Cada pequeño detalle (la comida, su manta, la medicación o su juguete favorito) reduce el estrés, facilita la adaptación y le ayuda a sentirse acompañado.

Y si vives en Madrid o alrededores y buscas una residencia canina donde traten a tu perro como si fuera de casa, puedes conocernos en nuestro campamento de mascotas.