El error más habitual es probablemente este: decir «quieto» e intentar empezar a alejarte de tu PERRO. Esto puede provocar inestabilidad, que trate de reptar, gemidos, incluso ladridos.
Antes de alejarte puedes comprobar muchos aspectos del quieto cuando tu estás muy cerca, a no más de medio metro de tu PERRO.
Estoy pensando en muchas más, pero se me ocurre, que antes de empezar a alejarte compruebes la comprensión del quieto desde la seguridad que le da tenerte cerca. Algunos ejemplo pueden ser:
- ¿Es capaz de quedarse quieto si le ofreces comida de la mano?
- ¿Es capaz de quedarse quieto si saltas?
- Si das una vuelta alrededor de tu perro, ¿Se quedará quieto?
- Y si te das la vuelta y le das la espalda, ¿se va a quedar quieto?
- …
El Quieto en calma no va a formarse con tu lejanía, tu PERRO necesita la seguridad que le da estar cerca de ti.
Recuerda lo que ya he dicho en un montón de vídeos y post, el Quieto tiene tres criterios que marcan su dificultad, debes entrenarlos en este orden:
- Distracciones. Como siempre mantengo, lo primero es comprobar la comprensión ante distracciones variadas, y por supuesto ordenadas de más fácil a más difícil
- Tiempo. Una vez sabes que comprende el quieto aunque aparezcan distracciones puedes ir aumentando el tiempo
- Distancia. Lo más importantes es dejar la distancia como el último criterio a entrenar. Además como puedes imaginarte, la distancia siempre implica aumentar el tiempo, a no ser que seas un velocista 😉
Si quieres aprender más sobre la forma de entrenar tu quieto para que puedas realizarlo en lugares con distracciones como el parque, el metro, un restaurante, etc. no lo dudes y únete al curso «Quieto Pase lo que Pase»
Espero que os haya gustado, si es así, ¡Comparte para que más familias puedan comenzar a entender mejor a su PERRO!
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¡Pídenos información! Un fuerte abrazo, Javi Martínez.
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